Este pueblo, originalmente sólo de pescadores, goza de una espectacular desembocadura de río que constituye uno de sus principales atractivos. En época de vacaciones, a partir del atardecer, el malecón que bordea la playa se convierte en una fiesta donde acuden por igual lugareños y forasteros.
En el centro de este malecón se exhibe el busto de Francisco Fajardo, fundador del pueblo en 1555. En su puerto muchas lanchas ofrecen sus servicios para llevar a los turistas a playa Caribe, así como a diversos sitios de buceo.