Este pueblo, originalmente sólo de pescadores, goza de una espectacular desembocadura de río que constituye uno de sus principales atractivos. En época de vacaciones, a partir del atardecer, el malecón que bordea la playa se convierte en una fiesta donde acuden por igual lugareños y forasteros.
En el centro de este malecón se exhibe el busto de Francisco Fajardo, fundador del pueblo en 1555. En su puerto muchas lanchas ofrecen sus servicios para llevar a los turistas a playa Caribe, así como a diversos sitios de buceo.
Chuspa ofrece numerosas alternativas de alojamiento, varios restaurantes y comercios que venden todo lo necesario para disfrutar de unos inolvidables días de playas.
A lo largo del malecón y orientada hacia el occidente, la Playa urbana de Chuspa (250 m X 30 m) forma una pequeña bahía protegida por un rompeolas artificial que logra eliminar por completo el oleaje. El siempre alto volumen de temporadistas no afecta para nada la limpieza de esta playa que ofrece además todos los servicios básicos necesarios: instalaciones sanitarias, alquiler de toldos y sillas, y ventas de comida y bebidas.